Translate

domingo, 29 de junio de 2014


LA EVOLUCIÓN DE LAS ALMAS
Un Alma es una conciencia en proceso de despertar de su
individualidad, en proceso de integración de luz, de partículas, en
proceso de integración de los “quantas de luz” ue irán conformando sus
propios cuerpos de luz individualizada.  Las almas en su inicio de
evolución son almas grupo, y al participar en los diferentes reinos de
la naturaleza, aprenden de la sabiduría contenida en los propios
organismos.  Experimentan de este modo la forma y los mecanismos de
cómo, se transforma la energía y materia, y a la vez participan unidos
en la conciencia del Logos del planeta, el Cristos del Planeta, del
cual reciben todas sus indicaciones y directrices sobre el trabajo que
deben realizar en el cuerpo vivo de la superficie del planeta.
Podemos decir que hay diferentes tipos de almas que inician su
evolución, y éstos corresponden a diferentes tipos de evolución.  Una
es la evolución de los elementales de la naturaleza.  Estas son
partículas vivientes del organismo planetario, los encargados de
plasmar todas las transformaciones a través de los elementos que
precisa el organismo planetario.  Tenemos la evolución de las almas
grupo que trabajarán sobre los organismos del reino vegetal en su
primera fase de evolución, las cuales aprenderán la alquimia de la
luz, de la materia, de la energía para generar Vida, los procesos de
integración y desintegración de las sustancias en el interior de las
células, los procesos de fotosíntesis; es decir, todo lo que significa
aprender el funcionamiento de las Leys del Universo y los ritmos de la
Naturaleza plasmados en una célula y en un organismo.  Tenemos
diferentes tipos de almas grupo, al igual que tenemos diferentes
especies de plantas, y ellas van pasando de un nivel de evolución al
otro cambiando también el tipo de organismo vegetal en el que van
tomando cuerpo: unas veces serán plantas, otras árboles, otras veces
será, plantas y árboles, con procesos de desarrollo instintivos.  No
se puede decir que pasarán necesariamente de uno a otro y que tendrán
que pasar por todos los tipos de plantas, sino que pasarán por
distintos modelos de plantas, unos mas pequeños y otros mayores en su
nivel de complejidad celular y organizativa.  Por eso, después de
pasar por plantas, llegarán a ser árboles, y después plantas con
instintos medio animales (plantas carnívoras).
Después las almas de las plantas no necesariamente tendrán que
evolucionar como almas de animales.  Podrán a partir de un cierto
nivel, elegir, en su libertad, entre varias líneas evolutivas y de
desarrollo que existen en el universo.  Podemos decir que a partir del
trabajo con las plantas, los seres individualizados aprenden a
trabajar con la sabiduría contenida en los cuerpos de luz
bioelectrónica, aprenden a comprender la respectiva integración y
sintonía que se establece en los hologramas, los cuerpos de luz y las
células de los organismos
Después tenemos las almas de los animales, las almas grupo que rigen
el reino animal, divididas también según diferentes especies,
diferentes niveles de desarrollo del instinto y de las capacidades
sensoriales y cerebrales.  Ellas van evolucionando, pasando de niveles
instintivos mas rudimentarios a niveles mas desarrollados en sus
capacidades sensoriales y cerebrales, hasta llegar a los mamíferos que
está en convivencia directa con el ser humano, y a través de esa
convivencia despiertan su individualidad.  A pesar de que los animales
no trabajen con una inteligencia racional, sí tienen una inteligencia
sensitiva, pero ésta no está diseñada para que utilicen el lenguaje
físico; sin embargo , se podrían comunicar perfectamente a través de
la telepatía.  Especialmente, en vuestra realidad tienen animales muy
sensitivos, como los gatos, los delfines, los perros.  Todos los
mamíferos ya poseen un nivel de desarrollo sensitivo en su cerebro,
que está desarrollado.  Se comunican a través del pensamiento, aunque
sus impulsos sean instintivos y sus respuestas totalmente
condicionadas; es una inteligencia primaria.  Muchos de estos animales
son sensitivos; ven las luces, los auras, sienten los pensamientos
mucho antes que el ser humano y con mayor rapidez que éste.  No
perciben solamente los olores o la luz física, sino que tienen
sentidos para percibir con el olfato las vibraciones, la armonía de la
energía e incluso acontecimientos del pasado y del futuro.
Las almas de los animales, después de haber alcanzado su evolución
como tales, también tienen opciones para seguir su camino evolutivo;
no están determinadas ni a volver al planeta Tierra ni a reencarnar
como seres humanos.  Existen siempre muchas opciones diferentes.  Los
seres humanos que acompañan la evolución de estos reinos no son sus
almas grupo, sino que se constituyen en hermanos espirituales,
ayudando al desarrollo de todos los procesos de los reinos de la
naturaleza y trabajando en ellos.  De esa forma van aprendiendo a
comprender mejor sus cuerpos, cómo funcionan y como transformarlos.
 En la etapa de la evolución en el reino animal aprenden sobre el
instinto, sobre la parte sensorial, sobre la parte instintiva
rudimentaria del cerebro y sus conexiones con todos los organismos de
su cuerpo.  Se puede decir que ellos acompañan a estos procesos
evolutivos a través de diferentes reinos intercambiando energías que
tienen en exceso, asimilando partículas y energía que produce la
naturaleza, aprendiendo cómo en la partícula se plasma la sabiduría
contenida en sus hologramas; y a la vez, crean muchos de los procesos
que los organismos de la Naturaleza generan y aprenden a reproducirlos
Así, el ser humano es el constructor de su propio cuerpo, del cuerpo
que va a plasmar en la materia, en su organismo físico cuando encarne
en el grupo de seres primitivos que inician la evolución de las
humanidades de los planetas.  Cada ser preparó sus cuerpos de luz
bioelectrónica y trabajó en ellos, estudió la forma en la que se
acoplaban a su holograma, los mecanismos de asimilación, integración,
desintegración, y transformación de este organismo, para después
plasmarlo para la forma mas adecuada para su evolución.  Es el
organismo de luz el que después transforma la materia;  es la genética
contenida en ese organismo de luz la que después determina la
culminación y la estructuración de los cromosomas y del organismo vivo
que debe ser gestado en los cuerpos de los seres que serán madres.
En este sentido, podemos decir que acompañó y participó del reino
mineral, conociendo como trabajan las fuerzas de la naturaleza, los
diferentes elementos, los gnomos, las salamandras, los silfos, las
ondinas.  Aprendió como trabajar con ellos en organismos vivos y como
servirse de ellos en todas las transformaciones que precisaba para
preparar sus cuerpos de luz bioelectrónica.  Aprendió en el reino de
la naturaleza los procesos de la vida, la alquimia de la integración
de la luz, de la energía, de todos los elementos que daban origen a
las células, como transformarlas, conservarlas y generarlas.
 Aprendió, en el reino animal, los mecanismos sensoriales instintivos,
como utilizarlos y ampliarlos, como servirse de ellos para ser
instrumentos automáticos de la conservación de los organismos de los
seres inteligentes.  El instinto se transformó para él en la forma en
que la sabiduría se iba plasmando de forma automática en la evolución
de los organismos.  Al descubrir esos secretos, él descubrió la
alquimia del desarrollo de su cerebro y el sistema neurosensorial tuvo
que pasar para transformarse de un organismo primitivo, de un cerebro
rudimentario, en un cerebro con las suficientes circunvalaciones
cerebrales capaces de albergar una mente y la inteligencia y la
capacidad creadora de los seres humanos.  Así cuando los antiguos
homínidos tenían ya sus cuerpos en estado de transición para
transformarse en lo que serían los hombres primitivos u homo sapiens,
esos seres, ya con una conciencia totalmente individualizada, con una
experiencia con los arquetipos preparados de sus cuerpos de luz
bioelectrónica, comenzaron a plasmar en esos hombres primitivos
genéticos de luz que posibilitarían la trasformación necesaria para un
cerebro desarrollado, un cerebro capaz de desenvolver todas sus
potencialidades creadoras, de aprender, de evolucionar, de comprender
y de trabajar desde su centro de conciencia como un instrumento
perfecto para el desarrollo de los seres humanos, de los seres
inteligentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario